Que fácil es el culpar a los demás de todo.
Las armas matan gente. Yo nunca he visto a un revolver golpear con odio a un tipo.
Los cigarros matan. ¿Gente estrangulada por un tabaco?
Las drogas te matan. ¿A alguien le parece coherente?
Yo he visto al único mono que disfruta de matar a otro mono. Con las manos o con los primero que tenga a la mano. Lo demás es mero instrumento para canalizar la ira. Esas ganas que tenemos por esparcir el cráneo de otros individuos en el piso. No importa que salpique, no importa que
Pero a toda esta ira, le hace falta algo de inteligencia.
Bien me lo dijeron: ¿Que es más peligroso que un arma en la mano?, un arma en la mano de un pendejo.
Antes, ahora y siempre ha sido fácil conseguir, portar y utilizar un arma. Accesibilidad a un mar de posibilidades para cada gusto: pequeñas para señoritas, largas para penes pequeños o pesadas para derribar camiones escolares; cual sea tu fantasía.
Por eso hay tanto estúpido muerto. La gente solo siente el poder ante las armas, pero no el respeto.
Saber que algo que te da el poder de quitarle la vida tiene el poder de quitarte la tuya.
Si la gente comprendieran el daño y el peligro.
Pero es fácil cuando cada vez que algo no te parezca poner el extremo frio y rígido.
Una vida violenta termina violentamente. El que a hierro mata a hierro muere.
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